Debido a la situación sanitaria actual que supone una irregularidad en el acceso a los gimnasios y otros centros deportivos, sois muchos los que os habéis calzado unas zapatillas/deportivas y os habéis animado a entrar en el mundo del running y el trail running.
En este blog hemos decidido daros unas pautas para empezar a correr basadas no solamente en nuestra experiencia como profesionales sino en la evidencia científica. Con estos consejos buscamos que disfrutéis del deporte con total seguridad evitando lesiones y progresando en vuestros objetivos.
CÓMO INICIARSE EN EL RUNNING Y EN EL TRAIL
Antes de empezar debemos ser sinceros con nosotros mismos sobre qué experiencia tenemos a nivel deportivo, ¿Cuál es mi punto de partida?
Debemos tener en cuenta que no tendrá que seguir la misma rutina de aprendizaje una persona que practique regularmente otro tipo de deporte, que una persona sin experiencia previa.
Este artículo va dirigido especialmente a este segundo grupo, a aquellas personas sin experiencia que han decidido cambiar el sofá por las zapatillas.
PRIMEROS PASOS EN EL MUNDO DEL RUNNING Y EL TRAIL
Con nuestro nuevo propósito en mente, y antes de lanzarnos a equiparnos con lo último en relojes inteligentes, suplementos y otros accesorios deportivos que en un principio no necesitaremos, debemos realizar una PRUEBA DE ESFUERZO. Lo que buscamos con esta prueba es conocer nuestro estado de salud antes de comenzar a practicar deporte. Asegurándonos que nos encontramos en un estado óptimo podremos comenzar este nuevo hábito de manera segura.
Buscando esta seguridad de la que hablamos, es igualmente aconsejable acudir a vuestro PODÓLOGO de confianza, si aún no tenéis, os recomendamos buscar uno preferiblemente por vuestra zona.
El podólogo no sólo revisará el estado de vuestros pies y os enseñará a cuidarlos, a cortar las uñas correctamente, a hidratarlos… El podólogo también será el encargado de realizar un estudio biomecánico encaminado a analizar vuestro gesto de carrera, es decir, vuestra forma de correr, para así prevenir lesiones y poder aconsejaros con más precisión sobre qué zapatilla se adapta mejor vuestras necesidades. En vuestra visita, también os dirá si es necesario o aconsejable utilizar unas plantillas personalizadas.
Con la información aportada por el podólogo y una vez realizada la prueba de esfuerzo y el estudio de la pisada es hora de ir a comprar las zapatillas siguiendo las indicaciones del podólogo.
Cuando ya estemos completamente equipados y con la seguridad de que nuestro nivel físico, y más específicamente podológico, es óptimo, deberemos revisar qué disponibilidad tenemos para entrenar y cómo compaginaremos nuestras sesiones de ejercicio con la vida social, la familia, el trabajo…
EMPEZAMOS A ENTRENAR
Una vez estamos listos para empezar a correr falta una cosa, saber cómo hacerlo.
Para esto lo ideal es contar con un profesional del entrenamiento, pero si todavía no lo tenéis, os dejamos unas pautas para dar vuestros primeros pasos en este mundo.
- El primer punto será el entrenamiento de fuerza. De esta manera lograremos preparar nuestros músculos y articulaciones para afrontar el impacto al que nos somete la carrera a pie, asimismo nos ayudará a mejorar nuestra postura y a prevenir lesiones. Durante el primer mes deberemos tener paciencia e invertir nuestro tiempo y esfuerzo en este tipo de entrenamiento, siendo el trabajo de CORE el protagonista. Alternaremos estos entrenamientos con salidas donde nos centraremos en caminar rápido por el terreno en el que hemos pensado correr. Este tipo de trabajo nos acompañará durante todo el tiempo que practiquemos este deporte.
- Alternaremos el trabajo de fuerza con caminar rápido. Caminar rápido durante unos 30 minutos nos someterá a un impacto menor que correr y nos ayudará en el proceso de adaptación para crear un hábito sostenible a largo plazo.
- CA-CO poco a poco iremos añadiendo minutos de carrera a nuestro paseo. Un ejemplo podría ser 30 minutos de ejercicio en los que correremos durante 1 minuto y caminaremos durante 4. El objetivo es ir invirtiendo los tiempos poco a poco y acabar corriendo más y caminando menos.
Una vez completados estos pasos, y siempre dependiendo de la persona, veremos que en unos 3 o 4 meses aproximadamente, estaremos preparados para afrontar nuestras salidas, eso sí, sin olvidar nunca el trabajo de fuerza.
Si os han servido estos consejos y queréis saber más, ¡manteneros atentos a nuestro blog!
